¿Qué es y cómo preparar una marcha cicloturista?
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Una marcha cicloturista es un evento deportivo de carácter no competitivo, que consiste en completar un recorrido en bicicleta. Una de las peculiaridades de una marcha es que se realiza con el tráfico abierto, por lo que toda su conducta se rige por la directiva de la DGT y las leyes de tráfico.

El recorrido de una ruta cicloturista está determinado por la distancia y su encanto, en la que podemos diferenciar una de medio fondo (80-120km) y un gran fondo (+150km).
Cuando hablamos de encanto nos referimos al transcurso del recorrido y ahí cada zona geográfica tiene el suyo. Pero, por norma general, el cicloturista busca puertos míticos de alta montaña, paisajes naturales y pasos por zonas rurales con alto valor paisajístico y arquitectónico.
Las grandes marchas cicloturistas en España
Si hablamos de una marcha cicloturista en España, esa es la Quebrantahuesos. Una prueba que ha alcanzado tal magnitud que son unos pocos afortunados los que consiguen un dorsal para estas 5000 plazas. Consta de 200km con 3500m de desnivel acumulado. Su hermana pequeña es la Treparriscos con un recorrido de 85km.
Otra de las grandes es la Mallorca 312 un auténtico reto de 312km que acoge a unos 8000 participantes. También tenemos que mencionar la 7 picos, una marcha que se divide en dos días de etapa (240km, con 7 puertos y 4100m acumulados).
Tampoco podemos dejar de lado 2 marchas cicloturistas que llevan la marca de 2 de los grandes del ciclismo nacional. La Purito (Andorra) y la marcha Contador (Valencia).
Por otra parte, los amantes de la rueda grande (MTB), también tienen un gran abanico de posibilidades para recorrer las montañas de nuestro país como la Transpyr (Pirineos), Andalucia bike race, los 10000 del Soplao (Cantabria), Pedals de Foc (Pirineo Catalán). Todas ellas se realizan en diferentes etapas de varios días.
¿Cómo preparar una marcha cicloturista?
Aunque hemos mencionado que no es una prueba competitiva, cada vez hay más conocimiento y más nivel entre los participantes de este tipo de pruebas, por lo que es necesario llevar una preparación adecuada.
Esta preparación o entrenamiento para una marcha cicloturista debe realizarse desde un punto de vista muy amplio, atendiendo a aspectos de la nutrición, biomecánica, la recuperación o el propio entrenamiento.

En primer lugar, debemos ponernos en manos siempre de profesionales. Si hablamos de entrenamiento, la fuerza o el trabajo aeróbico serán clave.
Nos referimos a todo el trabajo por debajo del primer umbral ventilatorio (VT1), coincidiendo o muy cerca del Máximo Lactato en Estado estable (MLSS).
Lo cual significa gran eficiencia energética y capacidad para soportar esfuerzos a intensidad media o moderada durante un periodo prolongado (Lucia et al, 2000).
Por otra parte, con respecto a la fuerza, un trabajo de fuerza intensa mejora el rendimiento, así como una mayor utilización de la fracción de Vo2 máx. y la economía de pedaleo (Vikmoen O., 2015).
Periodos de preparación
Aunque hablamos de los aspectos más determinantes desde el punto de vista fisiológico, un buen plan de entrenamiento debe estar organizado de forma lógica y atender a varios componentes del entrenamiento (CE). Al menos requiere una preparación de 24 a 28 semanas (5 o 6 meses), en la que hay que diferenciar periodos:
Primer periodo
Un primer periodo (de 4-6 semanas) adaptativo tanto a nivel a muscular, estructural como fisiológico mediante trabajos de fuerza resistencia general, adaptación biomecánica a la bicicleta y al pedaleo, así como trabajos aeróbicos a intensidades moderadas.
Segundo periodo
Un segundo periodo (de 8-10 semanas) en el que se pueden trabajar CE como Vo2máx., velocidades altas en zonas anaeróbicas alácticas, así como trabajos a entre umbrales. También fuerza máxima y submáxima en gimnasio y especifica (Ej: Sprints repetidos con recuperaciones activas).
Tercer periodo
Para el tercer periodo (de 8 semanas) se optaría por CE más cercanos a lo que encontraremos en el evento, tanto un poco más rápido, como por debajo.
Todo ello debe de ir acompañado de algún test validado por algún experto, ya sea con gases o lactato (Pallarés, 2016), controlar potencias, o frecuencia cardiaca (Lucia, 2000) o analíticas de control a lo largo de la preparación… lo cual permitirá llevar un control de entrenamiento lo más objetivo posible.
Además, todo debe ir de la mano de buena pauta nutricional previa (Jeukendrup, 2011) y durante la prueba (Jentjens, 2006, Pfeiffer, 2012), así como un descanso y una recuperación óptima a medida que nos acercamos a la marcha.
Diferentes formas de hacer cicloturismo
Por último, aunque hemos mencionado las marchas, hay diferentes posibilidades de hacer cicloturismo y disfrutar de todas las posibilidades. Entre otras, vamos a destacar:
Bikepacking
Es una manera de viajar que consiste en llevar el equipaje en la bicicleta, cada vez la tendencia es más minimalista, sin alforjas y utilizando las posibilidades de la bicicleta como el cuadro, manillar, tija o sillín. Solía ser una tendencia en MTB, aunque a día de hoy está cambiando a la ruta con las bicicletas gravel.

Vanpacking
Hemos querido llamar así a viajar en furgoneta a un destino ciclista. Esta forma de hacer turismo en bicicleta te permite visitar diferentes rutas ciclistas con la posibilidad de ir cambiando de zona.

Se pueden plantear varias etapas circulares en destinos distintos. Esta posibilidad permite moverte allá donde quieras de forma cómoda y solo hacer el recorrido en bici que se busca.
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